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miércoles, 27 de octubre de 2010

DIA DE MUERTOS EN VERACRUZ

Día de Muertos es una de las fiestas más típicas del pueblo mexicano y una de las que mayores raíces tiene. Todos los años se celebran muchas fiestas en todo el mundo. Algunas se relacionan por ser festividades religiosas; otras son fiestas tradicionales. Sin embargo, en México existe una tradición que data desde la época de nuestros antecesores: los aztecas. La fiesta del Día de Muertos se caracteriza por ser una celebración tanto religiosa como tradicional. Los típicos altares, el pan de muerto y las calaveritas de azúcar, las calacas, el papel picado, las flores de cempasúchil las veladoras y las imágenes de los difuntos son algunos de los aspectos que caracterizan tanto a esta tradición. Cabe agregar, que México es el único país que celebra esta fiesta: la del Día de Muertos.

Veracruz: Al igual que en el resto del país, la muerte y su significado guardan un importante lugar en las diferentes culturas pasadas y actuales del estado de Veracruz.
Su historia y simbolismos se mantienen vivos hasta nuestros días, en donde a través de diversos festejos y ceremonias, se fortalece la creencia de mantener "vivos" a los seres queridos que han viajado al más allá.
El paso de los años no ha impedido la conservación de las costumbres, como es el caso de las ofrendas a los difuntos chicos y grandes, así como la visita a los compadres, en donde todas las personas conviven y comparten sus alimentos.
Los preparativos de Todos Santos en algunos sitios inician desde el 30 de octubre, en donde se toman las providencias con alimentos, flores y diversos productos que serán utilizados en la preparación de las ofrendas y altares.
Dentro de la entidad veracruzana la celebración alcanza gran espectacularidad en la región de Papantla, ubicada en la zona serrana al norte del estado, ya que los habitantes con varios días de anticipación construyen imponentes altares y ejecutan vistosas danzas.
En esta misma zona el día 3 de noviembre preparan una ofrenda para las personas que murieron ahogadas o por accidente.
A los difuntos que en vida fueron "malos", se les coloca un altar adornado en forma sencilla afuera de las casas o abajo de un árbol, ya que no tienen permiso de entrar a los domicilios.
Aquí también se prepara la "octava", celebración especial para los espíritus que no asistieron en los días 1, 2 y 3 de noviembre, es por eso que pacientemente se espera su llegada.
En las rancherías de Papantla actúan los "huehues" o "viejos", quienes inician sus andares desde el mediodía del 1 y 2 de noviembre, y terminan hasta entrada la noche, estos personajes representan la realidad de la vida y de la muerte.
El municipio de Tempoal, al norte del estado, es escenario de uno de los festejos más "raros" del país. Esta ceremonia es considerada como pagano-religiosa, ya que incluye tributo tanto a deidades aztecas como divinidades impuestas durante la conquista de los españoles.
En las fiestas los habitantes agradecen al dios de los difuntos y a los muertos mismos, la influencia que tienen para que las cosechas sean abundantes y que además en el seno familiar reine la paz.
Como parte importante de la tradición se encuentra el uso de los cohetes, que al igual que cada uno de los objetos usados en las celebraciones tiene su significado.
Los destellos luminosos del artefacto explosivo sirven para llamar la atención y atraer a los espíritus "buenos", y por otra parte son utilizados para alejar a los espíritus "malos" de las cercanías de las casas.
Los "viejos" en el municipio de Tempoal materializan las almas de los muertos, situación que les da la libertad de entrar a cualquier casa que ellos consideren, y en donde se dirigen al arco de las ofrendas y toman de ellos los alimentos que deseen.
En algunos casos los festejos de los "viejos" son acompañados con música de violín, guitarra y jarana, lo cual le da más colorido a la ceremonia.
En la parte central del estado algunos municipios mantienen vivas las tradiciones, tal es el caso de Naolinco, localizado a 30 kilómetros de la capital, Xalapa, así como la Congregación de Jalcomulco y Palogacho.
Una de las tradiciones que se ha perdido con el paso de los años en algunas comunidades, pero que en otras se mantiene, es la despedida de los muertos, la cual tiene verificativo el día 30 de noviembre, y es de gran importancia, ya que el propósito es que los espíritus regresen al más allá con bien, para lo cual también se les ofrendan alimentos.
De este modo los veracruzanos mantienen vivas las tradiciones en torno al misterio de la muerte, siempre buscando "construir" un camino libre de obstáculos para ir y regresar a la tierra de Todos Santos.

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